Autor: http://logosortodoxo.wordpress.com/ (En español)
Entresacado de Yerontas y Padres Santos de nuestra época.
Ο μέγας ομολογητής π.Γκεόργκε Κάλτσιου Ντουμιτρεάσα μιλάει για την αίρεση του οικουμενισμου
El gran confesor p. George Kalsiu Dumitreasa habla sobre la herejía del ecumenismo.
Después de la caída del comunismo en Rumania se hablaba sobre otro peligro, el capitalismo: “Los comunistas por lo menos eran enemigos manifestados, los capitalistas hablan sobre Dios, pero paulatinamente le echan de la sociedad, las escuelas, la familia y principalmente de la psique del hombre.
El Padre en sus artículos y en sus discursos en el país, aunque estaba en edad avanzada hablaba sobre la herejía más grande del siglo, el ecumenismo. Para ella decía que detrás de las llamadas “buenas intenciones se esconden los intereses demoníacos del gobierno universal y no los honestos deseos sobre una fe. El deseo de algunos en dominar a los pueblos. La ortodoxia no tiene nada que negociar en temas de fe, ella supera los límites de la lógica humana. La verdad no se negocia.
Podemos tener buenas relaciones con cualquier religión, pero no en los marcos de un movimiento ecuménico. Nosotros tenemos nuestra fe, nuestras tradiciones, nuestra cultura y nuestro pasado. ¿Por qué tenemos que dimitir de estas para algo extranjero y sin santidad? La Iglesia debe luchar, combatir.
Persecución de la Iglesia y los Cristianos
Así ocurría en veinte siglos y así también hoy y así será mañana. La Iglesia hasta hoy no ha perdido el combate. Tampoco lo perderá hasta el fin del mundo porque lo predijo Aquel que venció la muerte. ¿Si acaso, Aquel que venció la oscuridad de la muerte, sería posible ser vencido de la mínima oscuridad? En cada época clama a los suyos: ¡No tengáis miedo! Tal como sus dicípulos en la hora de la tempestad, lo mismo en cada psique bautizada y probada, clama: ¡no tengas miedo! Cuando los fieles se asustan y se debilitan por la fuerza de los hombres, Aquel otra vez como en los Apóstoles, aparece diciendo: ¡no les tengáis miedo! «Y no temáis a los que matan el cuerpo, la psique no pueden matarla…(Mt 10,28)». Cuando los creyentes sean doblegados ante los terribles fenómenos de la fuerza del Dios de Sinaí, entonces Aquel, el General Invencible toma su ejercito y les anima: “levantaos y no tengais miedo” (Mt 17,6). Cuando en este mundo ateo se avalancen, redoblen todas las mostruosidades profetizadas y la tierra será conmovida por las guerras, tal como Aquel las ha previsto todas, animando a sus soldados diciendo: “!orad y no os turbeis o alarméis!”. Y cuando todo el mundo se ha levantado contra Su Iglesia, Aquel dice: ¡Ánimo, porque yo he vencido el mundo! (Jn 16,33). (San Nicolás de Ajrida.)
¡La Ortodoxia es la única verdad!
Muchos consideran que la Ortodoxia es una de las muchas “iglesias”. Es decir, un aspecto del cristianismo, o otros consideran la Ortodoxia como una religión. Ortodoxia en el sentido literal significa correcta doxa (gloria, fe y opinión). No es una de las “iglesias” porque es la Una y verdadera Iglesia de Cristo. Esto naturalmente no es arrogancia sino la VERDAD. Puesto que el Señor ha constituido sólo una Iglesia, ¿cómo nosotros hablamos de muchas? Tampoco la Ortodoxia se puede llamar religión, porque la religión es una superstición; cada religión intenta cubrir las necesidades psicológicas del hombre. Al contrario la Ortodoxia sana al hombre padeciente psicológicamente (se entiende a todo hombre) y le hace santo, esto es la grandiosa y tangible demostración de la Ortodoxia.
Hablando sobre la Ortodoxia no debemos repetir el error de Pilato, cuando preguntó a Cristo: “Qué es la verdad” (Jn 18,38). Lo correcto, lo ortodoxo es: “Quién es la verdad”. Porque la verdad no es una idea, una teoría, un sistema, sino persona, la Santísima Persona del Humanizado Logos de Dios, del Jesús Cristo. Lo mismo tenemos que preguntar sobre la Ortodoxia, porque se identifica con la tentrópina (divino-humana) Persona del Logos de Dios. Él, como Θεάνθρωπος (Zeánzropos, Dios y hombre), es nuestra Ortodoxia, nuestra Verdad entera. (P. Metalinós, protoprebítero y catedrático de la universidad de Atenas).
Θεός και Επιστήμη Dios y ciencia
Escuchando estas dos palabras, (o de otro orden, ciencia y religión), el porcetaje mayor de los hombres automáticamente coloca ente ellos el símbolo de la antítesis o contradicción. ¿Pero es verdad que lo tiene que hacer sobre Dios (es decir, la religión) infringe o viola los descubrimientos y logros de la lógica humana, o quizás también ocurre lo contrario, la ciencia va en contra de la religión?
Es cierto que por la perspectiva histórica muchas veces se presentaron este tipo de conflictos. Desgraciadamente hasta el punto de persecuciones (por parte de la religión institucional) o de la fanática y rabiosa negación que también ella ha tenido resultados sangrientos (de parte de la ciencia, también de las corrientes filosóficas).
Pero esta dimensión no constituye la verdad de las cosas. Pero conociendo que la Verdad real es el Cristo, podemos investigar cuál es Su voluntad mediante la enseñanza de la Iglesia. Además, este es el propósito o fin de esta pequeña columna.
Porque si en cada uno de estos dos espacios lo ponemos su dimensión real, comprobaremos que no hay ninguna antítesis sino una sorprendente coincidencia y concordancia. La Iglesia es el primero y principal espacio donde se realiza la apcálipsis (revelación) de Dios al hombre y después la unión, conexión con el prójimo. La ciencia por su lado con el experimento y la observación de las cosas materiales intenta servir las necesidades humanas pero sin que haya certeza sobre los resultados. Al contrario al paso de los siglos la Iglesia nunca cambió la Fe y Sus dogmas.
En pocas palabras los problemas empiezan cuandos líderes religiosos se manifiestan de manera inadecuada y de modo subestimado hacia este regalo de Dios (la ciencia) y mucho más, cuando científicos, llenos de suciedad y altanería por sus éxitos, niegan de una manera estúpida las verdades de la Fe, las cuales se mueven en el espacio espiritual y para nada le impiden en sus trabajos. Pero, ¿es posible que interiormente les remuerdan por su forma de vivir?
En la tesis anterior utilizamos las palabras “líderes religiosos” y “científicos”, porque en definitiva allí se identifica el problema. La Iglesia bendice y santifica la obra de la ciencia; no olvidemos que el desarrollo rápido del Cristianismo, puesto que este desmitificó al mundo; de la cual su ocupación son la creaciones de Dios. Así el científico puede constituirse en teólogo, basta que no ofrezca culto “ a la creación sino al Creador”.
En este punto debemos subrayar una cosa más. La verdad es que la Iglesia nunca negó o luchó contra la ciencia, se entiende en la dimensión ortodoxa. Algunas cosas que uno puede objetar (santa inquisición, edad media, etc.) conciernen a otras comunidades religiosas y no la Una Iglesia Católica y Apostólica de Cristo, es decir la Ortodoxia. Pues, los interesados que busquen la causa y la razón allí y no infamen con una desfachatez contra “el Cuerpo del Señor”. “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Por mi enseñanza y por vuestra experiencia personal, conoceréis la verdad y ella os hará libres de la tiranía y la muerte(espiritual) que trae el pecado, Jn 8,32”.
Ekosmikefsi, secularización, mundanación, es la falta de confianza en el Cristo. (P, Emiliano, M. Simonopetra de Athos)
(Αιρέσεις, Αίρεση, Αίρεσις) Herejías
Herejía es la enseñanza religiosa que se extravía, se desvía de la auténtica y pura fe cristiana, y por ello engañada, anti-ortodoxa y anticristiana.
El diablo cuando viο que su poder fue totalmente destruido por la Cruz y la Resurrección de Cristo, empezó a combatir la Iglesia con un nuevo método, que es el de la falsificación. No viene a decirnos que Cristo no es nada, porque fue vencido; pero viene a hablar con el lenguaje de la falsedad: “¡Sí, es cierto, yo acepto a Jesús Cristo!, ¡está claro, pero no es Dios!… O lo otro: “¡Claro que sí es Dios…! ¡Pero no se hizo hombre, sino que era hombre aparentemente! Es decir, de cualquier manera el Diablo pretende crear una desviación de la verdad. Esta desviación de la verdad se llama herejía.
La dogmática ο los dogmas de nuestra Iglesia son términos exactos e incambiables definen todo lo que tiene que ver con Su Fe. Estos se han expresado por los Santos de la Iglesia de acuerdo con todo que han recibido de los escritores de la Santa Escritura bajo Divina apocalipsis (revelación).
Τal como manifiesta el gran dogmatólogo de nuestra Iglesia, san Juan el Damasceno, al principio de su obra, “Edición exacta de la fe Ortodoxa”: “El Dios nos ha revelado exactamente lo que era interesante que nosotros conozcamos … pues, que nos conformemos con estos, no transformemos los términos eternos ni nos pasemos, desviemos de la Divina Tradición”.
La persistencia, pues, en los dogmas divinos no constituye un apego fanático, sino una aceptación de las verdades que el mismo Señor nuestro entregó y nos llamó la atención para que guardemos con exactitud de modo que no se cambie “ni una tilde, ni una i” (Mt 5,18).
El papismo según Dostoweski
“…El romanopapismo es una fe no cristiana. El papismo de Roma es peor que el ateísmo… El ateísmo sólo predica el cero, pero el romanopapismo va más allá aún, predica un Cristo tergiversado contrario de Cristo, predica el Anticristo). (El idiota, o el estúpido, D,1,7)
En la historia existen tres caídas del hombre: la primera de Adán, la segunda de Judas y la tercera del Papa. (San Justino Pópovits)
Los Elenos por la filosofía llegaron a los límites más altos posibles de desarrollo del espíritu humano y mediante el lenguaje la forma más perfecta posible de expresar al logos humano. Esta forma de expresión tomó y usó, por la Providencia de Dios, en el culto por dos mil años la Iglesia de Cristo, más los originales del Nuevo Testamento se escribieron por obra del Santo Espíritu en la lengua Elénica. “Habían unos Elenos… preguntando queremos ver a Jesús… y Andreas y Fílipos se lo dicen a Jesús; y Jesús contestó: ha llegado la hora para que el hijo del hombre sea glorificado… Ahora mi psique está perturbada, ¿y qué diré? Padre sálvame de ésta hora; pero para esto vine en esta hora, Padre glorificado tu nombre… esta voz no vino para mi sino para vosotros… para que os hagáis hijos de la luz. (Jn 12. 20-36)”. …El uso del existente vocabulario más perfecto como instrumento de expresión en las asambleas del culto, ayuda a los creyentes a mantener el sentido y sentimiento de lo Perfecto y contribuye en la más completa comunión, conexión y unión con Éste. …La lengua usada y santificada por tanto tiempo en la Divina Liturgia del culto ortodoxo, es imposible de destituir sin avería, perjuicio esencial de este culto mismo. …Pero para muchos de ellos, aprender un pequeño número de palabras que a lo mejor no se usan en la vida diaria, es cuestión de algunas horas. Todos sin excepción alguna, gastan energías en grandes intentos para asimilar términos embrollados, complicados y complejos de distintas gnosis artificiales, técnicas o en el campo de la ciencia, política, derecho y sociologías, lengua filosófica, poética y otros parecidos. ¿Por qué, pues, obligamos y forzamos a la Iglesia a abandonar un lenguaje indispensable para la expresión de las formas más elevadas de teología y experiencias espirituales?
En cada época hay dos modos que los hombres hacen teología. Uno es el reflexivo, meditativo y el otro es el empírico y apocalíptico (por revelación). En el primero pertenecen los filósofos y los teólogos filosofantes y en el segundo los Santos Padres. Es conocido que los heréticos intentaban a comprender todo con la razón de la diania (mente o intelecto) que expresan el “helenizado Cristianismo”. En cambio los Padres que siguieron el método distinto expresan al “cristianizado helenismo”, puesto que tienen la experiencia de Dios. Esta experiencia se formula con términos de la lengua helénica. (I. Vlajos.)
Hay algunos que quieren hacer una lengua nueva. Pero la lengua helénica es “la lengua de las lenguas candentes del Pentecostés”. El dogma de nuestra fe, ninguna lengua lo puede atribuir e interpretar con exactitud. Por eso el Dios economizó que el Antiguo Testamento fuera traducido por los setenta en la lengua helénica, y también el Evangelio se escribió en la lengua helénica. Si uno no sabe antiguo helénico y no se ocupa del dogma, puede equivocarse y engañarse. (P. Paisios.)
“El hombre cuando empieza hacer trabajo interior, se observa a sí mismo e intenta expulsar los malos loyismí y cultiva los buenos. Continuando este esfuerzo, después de cierto tiempo llega a tener sólo buenos. Del espacio del tiempo que tenía los malos loyismí en el mundo dependerá también el tiempo que necesitará para que se vayan. A continuación poco a poco paran también los buenos loyismí y llega en un vaciamiento. Entonces pasa un período que no tiene loyismí ni buenos ni malos. Esta fase trae una preocupación en la psique y el hombre empieza a preguntarse: ¿qué pasa, qué ocurre ahora?, tenía malos loyismí y se fueron y vinieron los buenos. Ahora no tengo ni buenos ni malos. ¡Después del vaciamiento se colma el nus de la divina Jaris (energía increada gracia) y viene la Divina iluminación! “π. ΠΑΪΣΙΟΣ p. Paisios.
“Increado sólo es el Dios Trinitario, del cual la trinicidad no se define metafísicamente, sino que se conoce empíricamente, por experiencia. Creado es el universo, en el cual se realiza nuestra existencia. Fe es la gnosis de lo increado y ciencia es la gnosis de lo creado. Por lo tanto se trata de dos gnosis diferentes, que cada una tiene su método y su órgano o instrumento”. (P. Metalinós)
Nunca una herejía ha vencido la Iglesia; simplemente siempre actúa con manía, pero con el paso del tiempo rápidamente se disuelve. (San J. Damasceno.)
¡En nuestros tiempos el Hades ha parido muchas bestias, pero como el tamaño del Ecumenismo ninguno! (P. Epifanio Teodorópulos.)
El ecumenismo-singretismo son planes de diablos.
El ecumenismo y el mercado común, son un estado, una religión a la medida de ellos. Estas cosas son planes de los diablos. Los sionistas preparan alguien como mesías. Para ellos el mesías es un rey que gobernará aquí en la tierra. Los testigos de Jehová ellos también aspiran a un rey terrenal. Los sionisistas presentarán uno y los testigos de Jehová le aceptarán. Dirán “éste es”. Habrá una confusión grande. Dentro de esta confusión todos estarán pidiendo un Mesías para salvarles. Entonces presentarán a alguien que dirá: “Yo soy el Imám, yo soy el quinto Buda, yo soy el Cristo, yo soy aquel que esperan los Cristianos, yo soy el que esperan los testigos de Jehová, yo soy el que esperan los judíos”. ¡Tendrá cinco “yo”! (Yerontas Paísios, “Logos b´-Despertar espiritual”.
El diablo tiene tres tentáculos. Para los pobres el comunismo, para los creyente el ecumenismo y para los ricos el masonismo o masonería. (P. Paisios.)
La Iglesia es el taller de la santidad, puesto que dentro de ella se cultivan los carismas psíquicos y los talentos espirituales. Es la columna y el fundamento de la verdad, porque dentro de la verdad apocaliptada (revelada) el hombre es conducido a la Teognosía o conocimiento de Dios. Es el refugio de los pecadores (enfermos) y el consultorio médico para los pazos de la psique y del cuerpo, porque es el único lugar que recibe y acepta al hombre tal como es. El proceso terapéutico al espacio de la Iglesia es la ciencia que se efectúa por el misterio de la metania que contribuye a la catarsis (sanación, terapia) interior y al perfeccionamiento del hombre. (Por Cristódulos, obispo de Atenas.)
Ecumenismo, humanismo e Iglesia
Εn el ecumenismo contemporáneo todo está basado en la siguiente tesis, al axioma humanístico: la Iglesia no es una sino muchas. Es como si la Iglesia se hubiese troceado.
Pero la Iglesia no se puede dividir o trocear. De ella uno sólo puede caer y no separarse. En su esencia la Iglesia es un organismo teantrópino-divinohumano, un cuerpo divinohumano, la Persona-hipóstasis del Zeántropos (Dios y hombre) y por eso es siempre una, en todos los mundos una.
En esto consiste su ecumenidad o universalidad.
El contemporáneo ecumenismo no es más que falsos cristos, falsos mesías, falsos profetas, llenos de variedad de creencias, poca fe y finalmente total ausencia de fe.
La problemática del actual ecumenismo es claramente mundano, secular, político y en su esencia comunista-papista.
Todo se reduce en valores “sociales”, sobre todo terrenales y pasajeros. No existe el epicentro Zeanzrópino (Divino-humano), la problemática del Evangelio: no se busca “primero la Realeza increada de Dio y Su justicia, sino el reino de este mundo y todo lo que es de este. (Ιουστῖνος Πόποβιτς San Justino Popovits)
Traducido por: χΧ jJ http://logosortodoxo.wordpress.com/ (En español)